Descripción |
La figura de Jesús crucificado destaca en la parte central de la composición, sobre un celaje de tonos azules oscuros, con una apertura de luz en la parte superior. Clavado por tres clavos a la cruz, lleva un paño de pureza amplio y flotante, y dirige su cabeza hacia el rompiente de luz del cielo, que le ilumina. La cruz lleva en el extremo superior una cartela sujeta por otro clavo. A los pies de la cruz se dispone otra, tumbada en el suelo, y, a la derecha de ésta, una calavera, con dos huesos. En la parte izquierda de la composición, se representan otras dos cruces, una de ellas con otro hombre clavado y la más lejana vacía. En la parte derecha de la composición se encuentra un madero tronchado y, a lo lejos, un grupo de jinetes vestidos con armaduras se alejan de la escena.
El marco es dorado y presenta forma de tabernáculo.
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